Recuerdo perfectamente aquellos ojos grises, que te sumergian en un mar porfundo de sueños. Recuerdo sus dedos, paseando a un ritmo lento por mi espalda, haciendo el recorrido de mi cuerpo.
- Me encantan cada una de tus curvas. Me solía decir.
Su pelo, de un color indescriptible, oscuro como la noche y calido como el sol, y a pesar de corto.. marcado con pequeños rizos suaves y juguetones.
Recuerdo sus labios, el sabor a verano y a navidad de sus besos, a calor y frio a la vez, a los escalofrios que gritaba mi espalda cuando me rozaban. Y como no a su mania de contar mis pecas.
- Es porque quiero conocer cada rincon de ti, por pequeña y escondida que este.
Y tanto que lo conocio, llego a saber de pecas, que ni yo misma sabia de su existencia. Ese es el recuerdo mas marcado, el de sus labios contando mis pecas.
Y pensar que todo empezo... en una biblioteca.
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